Libro distinguido con un cuarto lugar en el Concurso Nacional de Poesía: Revista El Banquete 2011 (Cordoba). Jurados: Silvio Mattoni, Washington Cucurto....
Juan de Lapala.
Editorial Sartén.
Editorial Sartén. Avd. Dindart 863
Ayacucho. 7150
Primera edición: 2008
Segunda edición: 2011
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley 11.723, que establece penas de prisión o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, virtual, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo del propietario del Copyright.
Advertencia.
Este tercer libro de poemas mediocres está dedicado a este pueblo mediocre.
He intentado traducir lo que veo y lo que siento, siendo parte de una comunidad postergada ideológica, económica, profesional y artísticamente. Reflejo fiel de todo un país.
No soy dios que señala culpables, ni dios con poder para cambiar las cosas. Soy un dios creador de versos, soy un hombre más de este lugar.
De remisero
Sudantes de butaca
lo pisan hasta match III, luego
lo arremisan,
lo cordonean,
prenden un Viceroy
y ponen pava
y se charlan
y luego
lo desremisan
a más veloz que palabras.
De remisero II
Era verano a la tarde
y yo manejaba un Dodge.
En Boero al 100
subo a una vieja.
Conversamos las cinco palabras
sobre el calor.
En la primer esquina
se abre la puerta
y se me cae la vieja,
pero alcanzo a manotearla de una teta.
Gritaba, sí que gritaba.
Se me zafó
y toda esa piel floja y gomosa
se metió entre la rueda.
Tuvimos que sacar la rueda
para luego sacar a la vieja.
Ellos
Él no usa casco
y si una remera
made in u.s.a.
y en el ciclomotor
lleva una calcomanía
que dice NO FEAR.
La chica del kiosco
tiene una sonrisa Bagley
y la orden de
no fiar.
Barrio La Perla.
En la esquina de Boero y Brown
vive la Aidé, la más conchuda
del barrio, dicho por ella misma;
pegante la Julia, siempre
en rulero, solero y baldazo.
Enfrente la Pocha
que tiene un hijo mogólico
masturbador televisivo.
Cariacontecidas se comentan:
-¡Viste, la Carmencita es falofóbica¡
-¡Viste que la hija de la Gladis quedó preñada¡
-¡Chicas, miren, miren, la María Ester se va
con un macho¡ La Pocha casi se rompe
el cogote en un lechusiano intento por ver con quien.
-¡Dejen, luego yo me planto en la ventana¡
Coco es el marido de la Aidé,
fue empleado municipal y además anexó
tránsfuga, haragán, mujeriego y cómplice.
El marido de la Julia tiene
una despensa que se la pintó la Pepsi,
hasta hace poco se comía a la Aidé,
todos los días lava su Ford Fairlane 500,
el otro día lo asaltó uno de capucha y balazo.
Don Juan, el marido de la Pocha,
siempre fue el ¡sos un inútil¡
El invierno pasado se encerró en la cocina,
se tomó un té de tilo y se pegó un tiro.
Yuta
Con mamporros
y manporros
se andan los canas,
y siempre en embrollos hembra.
Nuestro de únicaforma
homo coimeábilis.
A las mujeres poblantes de mi pueblo.
Pueblo de alambrantes acaparadores. Pueblo de funcionarios que se ladran
como perros ladrones. Pueblo de sucursales del billete y del grillete. Pueblo
de piolas llenas de suicidios y subsidios. Pueblo de oportunidades mendigas.
Pueblo de artistas enfrascados y enfracasados.
Qué sería de este pueblo lento y viejo,
Ángulo de Muertos.
Qué sería de este pueblo sin ellas,
sin las curvas de su alegría,
sin las carcajadas de sus culos,
sin las taurinas amantes,
sin las cocinantes, las limpiantes,
las amamantantes, las ropacomprantes,
las viejas peluqueriantes y chusmeantes.
Qué sería de este pueblo
sin sus mujeres poblantes.
Roberto
No podés le tiro los galgos a todas, te quemás.
Además, ya estás de vuelta viejo.
Mirá como te measte el pantalón.
Te jugaste todas las fichas
este verano en Mar del Plata
y te la das de tucán.
Ahora, mirate, vas de la diabetes al colesterol.
En sala de espera quedan dos más,
uno con temor y otro con tumor.
Te haces el pendejo porque
escuchás Aldo Monje en el ipod
y salís a caminar con tu jogging
arriba del ombligo.
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salir leer
negro quan salgas
de trab trae leche
masas pikda sin
gra fideo talla
pure tomá
zanaori grande 1
k manza 1 naran
yerba azúcar qeso
sallado. grasias
beso.
Afanancios
Fonavihabitantes en vicera
(chorrosbrecia).
Es nuestro deber
como sociedad reformarlos.
Yo propongo:
reformarles sus miembros superiores.
Van a perder sus pulseritas
sucias.
Matufiorientes
Super cochinos sin impuestos
ofertan en rojo
(puré de tomate Marolio 0,99 $).
Chinos de Buenos Kong.
Chinitos made in Argentina
nacen mordiendo limones.
Chinos molotov nos esplotan.
De la vía para allá.
Al taco Los Palmeras.
100 gramos de mortadela,
una caja de Concilio
que presagia resaca,
y ½ kilo de galletas,
alimentan la mesa.
La mersa se aiwa
dicen las chetas.
Una ducha de fuentón
y el humo del porro
quitan el atuendo a kerosén.
Aparece la poli en conserva,
seguro que el Cholo, otra vez,
fajó a la Ester.
Abuelo.
Murió flaco y deforme.
20 kilos de carne,
varios metros de pelos,
½ litro de sangre,
1 gramo de dientes
y 1 bigote de alambre
y 8 kilos de hueso.
La mirada azul y amable
en 3 kilos de ojos.
Entre su alma no cabe
con 10 kilos de uñas
y un río exacto de mates.
Mormones.
Dos
que
tocan
el
timbre
por
Dios.
Mamá en el geriátrico
La vieja desnuda
se enderezó
sin limpiarse el culo,
abrió sus brazos
como las alas de un fósil
e intentó abrazarme.
Hombre del yuyal.
La negrada pide pan le dan plan,
piden queso le dan Sancor.
Después les televisan la cabeza,
luego los Nokian
y ahora ringtone es la cultura.
A mi nos monotributizan.
Ya somos gente grande
y yo no me chupo el palito de la selva
y ni me Quilmo para olvidar.
Veo, sobre todo, como nos cagan.
La última solución es matar al patrón.
Si ya visto sobretodo de madera,
carnet del CUCAIBA y mención de AIBA.
A mi que nos corten el pescuezo,
si ya todo está perdido,
de mi mano que mane la sangre
de esos podridos.
Ellos.
Bailaron reggaeton y despistaron,
tubieron ban ban
en el asiento de atrás.
Quedó olor a Tulipán
y a Topper de lona.
Sobre el torpedo dejé
una de esas pastillas
que te strongan la garganta.
Y yo me olvidé un celular apagado
lleno de msj.
Revolución.
Vean venir desde Bering al Siberiano.
Fue la rueda de rodaja de tronco
sobre la rampa, entre la cuña, sobre la palanca.
Fue el fuego de rodaja de tronco
que hirió al hierro, que marchó la máquina.
¡Electricidad¡ dad a la indú industria.
De la sociedad edad de funcionarios engranados
con la realidad, y dad siempre dad sin piedad.
Vean los dedos de los vendedores
de conocimientos ambulantes de antes.
Vean el ogro y el logro como los mastica.
Veían mucho McGiver y ven
venir desde el Internet al Ciberiano.
El fulbol.
Tomo un vino
tomo do vinos
tomo tre vinos
tomo cuatro vinos
tomo carrera
y le doy un patadón
a la pelota hecha bolsa
que larga cáscaras de fruta
tuallita con sangre
pañal puchos tarro de fly
y papelito y papelito.
¡gggggggol¡
La Natasha.
El tuallón con olor colgado en la silla
y como no hay presión de agua
hoy nadie lo va ha usar.
El San Martín que no se ve de ropa,
la celulitis desde las rodillas,
la cicatriz hasta el ombligo,
la puteada a los coches que levantan tierra.
En una mano un pucho
y en la otra siempre un chirlo.
Un talón fuera de la alpargata,
un helecho y un rayito de sol
crecen en botellas cortadas de Ayudín
con dos agujeros en el culo.
Granos en la frente y en el brazo
un tatuaje que dice: Marcos y Nata.
Y las tetas más lindas del barrio
El Tropezón.
Pinamar.
Aplastadas en la playa
sirenas de silicona,
con canto de celular,
esperan bien adiestradas
con los ojos como perro
mirando el palo.
Mientras los Ulises
navegan por Internet
y un carro todo tuning
encarna el anzuelo.
Todo así... Todo dance...
Anteojos negros
retrasan la aurora.
En los baños del Alma
dioses posmo
hunden a meadazos
barquitos de papel.
Pero el churrasco no se quemó.
Arrancamos el 2009
con toda la mala leche.
Vieja tragapija otra vez
me subió el alquiler,
dice que los del gobierno
tienen la culpa que las cosas aumentan.
Políticos y viejas como esta se
pueden ir todos a la concha de su madre.
El Julián repitió
y no hay caso no puedo
destapar el inodoro de mierda,
es Julián que se limpia el culo
como cuatro veces.
Se me parte la cabeza,
haber esto... ¿será bueno?
“Ibupirac 600”, si , si es 600.
Brrrrrrr brrrrrrr brrrrrr
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Salir Leer
ola negro ya sali
de trab juli se
kedo con la abu.
un camio de sancor
te agarró el 4L al
medio yo biem del
lado mio sanito.
me jugas 50 y 50
al 06?
No seamo caretas. La careta pesa.
Yo no tengo amigas, loco. Una ve tuve.
Para mi la minas son lo mimo que sexo. Toda.
A mi no me importa otra cosa
que el culo y la tetas.
La mina son para ponerla y listo.
Toda son un cacho de carne, para mi.
La mina de lo amigos,
la piba del kiosco, aunque
sea granujienta como la Marcela,
la negritas de acá la vuelta,
la chetitas de tetita paraditas,
las amigas de mi señora,
mi cuñadas, mi primas,
hermanas no tengo. Toda.
Alguna no me la cogería
porque me van a cagar a trompada la jeta
o por ahí cojo con una y no me gusta,
pero primero me la cojo.
No me cogería algo adeforme:
como la Juana Portela
que una tipa parecida a un tipo,
ni a una nenita o a una vieja,
ni a una muy muy gorda chancha
como la Vicky Russo,
pero ve, una que te preñada si,
esa me requetecalientan.
La del Ciber.
De frente de vidrio un sol,
atrás el ventilador en pie.
A los costados chicas,
chicos y floggers en máquinas.
Lengua del mismo color
que chupetín.
Uñas pintadas uva.
Axilas Rexona
mojan remera naranja.
La pileta.
El gordo Alvelo se trae todos los día
un tupper gigante lleno de sanguchitos
de queso y salchichón.
Solamente me convida a mi
porque soy hijo del doctor de él.
Dice papá que acá no molesto
todo el verano en casa.
A mí me gusta mear bajo el agua
es como re lindo.
Con Lopez Echague
nos burlamos siempre de una flaca
que es re dientuda y del
patón Labala que usa unas Topper gigantes
y tiene un olor a queso y salchichón
que te mata.
Al gordo no lo jodemos porque
pega re fuerte.
Emilia registrada.
Tomar del pico de una Coca Cola bien fría
es como la boca de Emilia la del remis.
El vidrio de la Sprite bien fría
es como los ojos de Emilia Machi.
Cuando una Fanta bien helada se destapa
es que grita alguna Emilia masturbandose.
Tan pronto después de levantarse
Emilia Xuarez se cepilla los dientes y
cuando se acuesta saca una botella de Pronto
de la heladera y con el cogote de esta
se cepilla hasta
que una Fanta bien helada se destapa.
Masturbadores ajenos (para vos)
Fui a mear a esos desportillados mingitorios
con gárgaras de naftalina, pucho y pis
y ahí te recordé.
A vos, que también te faltaban algunos dientes.
Desde mi grande bragueta aún te saborea
la caricatura de esta lengua.
A vos, que te gustaban tanto
todas mis palabras viscosas (amor,
hermosa, semen).
Tan atenida tu existencia
a mi elección y erección.
Tu desportillada boca de puta mujercita,
el futuro de yo que soy casi un dios,
casi decidió.
Empleadores.
Evasores Sobornainspectores Vacacionadores Ostentadores Condeplasmatelevisores Asadodevoradores Reidores Señores.
Empleados
Negreados Cansados Domesticados Explotados Desesperanzados Fideados
Bicicleteados Sinferiados Forreados Envacacionesdomiciliados Preocupados.
Epitafio.
Oscar el carnicero
1917-1974
Ya no yaces en tu tumba, abuelo,
los santos te han despostado y
en el cielo
las viejas delicadas se llevan,
sin saber,
tu culo para milanesas.
Tabletas mata mosquitos Raid.
Los mata bien muertos.
(mantener fuera del alcance de los niños)
Sangre y zumbido.
Solamente hecho de eso.
Sangre y zumbido.
Fiesta Internacional del Ternero y Día de la Yerra.
Qué fantástica, fantástica esta fiesta...
Cuadras de cadáveres Hereford
y bajo una lona ansiosos necrófagos.
Cuadras de chucherías
y bajo una lona todo vale menos.
Cuadras de chupaderos y bajo una lona
se emborracha la chabonada.
Qué fantástica, fantástica esta Fanta
con Fernet Branca.
Cuadras de desfilantes y bajo una lona
las autoridades se bostezan.
Se cumbia bajo la noche
bajo el jeans
fugitiva la bombacha.
Epitafio.
José Gencarelli.
1968-2066
La indiferencia del pueblo
al artisthartó.
Escribió “cuchillo”
y se lo pasó por las venas.
Cristianada.
En el templo intemporal se hostía la masa.
Domingo de mentirosos credulones.
Arrodillados en barra. Barras de azufre.
Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes
Sábados de dioses desmentidos.
Los putea desde la cruz
el sanalotodo sin Prestobarba.
Peonada.
El homo peonis se engalopa muy temprano. El homo peonis se enmatea siete y algo. El homo peonis se engalpona hasta las menoscuarto. El homo peonis enchurrasca y luego ensieta un rato. El homo peonis empeina a la ovis lanaris.
El homo patronis se Ranger cero kilómetro.
Inquilinos.
Gitanos en obesa camisa.
Bilingües rodantes.
Gitanas en hipertetas.
Bidentes de oro.
Nocturnautas.
(de hombres y cosas que se nocturnan)
Patrullas de la noche en búho,
con diez balas más que yo.
Mi novia de la noche en trampa,
por cuatro Firestones más que yo.
Faloperos viniéndotese al humo.
Putas viniéndotese al bulto.
Putos viniéndotese de culo.
Zalameros salames.
Intendental mecenazgo
para hartistas de la pena.
Él se gerundia en afiches
con la carita en dientes.
Los se sustantivan en parásitos
con el puchito en una.
Él, adictus dictadorius,
el rey de demos.
Los, homo munixipalis,
los atriles de la pala.
Político.
Especie
(avida dollars)
convencida
de
que
su
propio
beneficio
favorece
también
al
pueblo.
En blanco.
Maestras amaestradas
capacitadas de desentusiasmo.
Con vocación para
el logro personal (au-
Con bocación para el chisme de patio.
to, niñera, pilcha y Candela Thomson).
Frecuencia Mediocre. (FM)
Sintonías de Valium
y dial para el bostezo.
Loros con ínfulas
de periodistas
(lenguaje aplebeyado
y panoplia verbal)
apajaronan al oyente.
Albaño me llevo el diario.
Hay Verdades que diariamente nos suscriben a la vergüenza.
Ricachotas.
Señoras de... distinguidas
por su inutilidad para...
Ostentan apellido comprado
con cash de sus sunamis
supervaginales.
Auto y gambas
con dirección hidráulica.
Pilchas y hoteles
con MasterCard.
Very
Important
Personal
organizadas contra
la abolición de
la infidelidad.
Mapla.
Navegante un mar bajo la arena un sol
que se esfera una pelota
una promotora que hace masturbadores los McDonald
se hamburguesan los perritos se atoran a toridos
un paralítico a la piedra se limosna que hace vueltas
un ventilador que hace arrugas una vieja valija
que hace propinas.
Cuando era pendejo me llevaban a FERIMAR.
Todo bien.
Pendejas chetas quieren subir
a mi delicioso auto rojo.
Ok. subí vos,
vos
y vos
(que tienen más teta).
Manzano desfrutado
para el disfrute
de unas Evas
todo bien.
¡Otra ves la comida fría, la puta que lo parió¡
Ese olor a grasa derretida, ¿sienten ese olor?
La fuente con diez empanadas, el plato, migas y un cuchillo.
¡¿Sos vos negro?¡ gritó desde la pieza.
Ahí estaba, mirando Tinelli, sentada a los pies
de la cama en corpiño y bombacha. Los ojos como un pokemón.
¡Hola amor¡ me dijo, con el Derby entre los lábios.
La miré la miré no quería pero
la olí la olí no quería pero
le pasé le pasé el flaco Tramontina por su gordo estómago.
Y en un baldazo de tripas encontré las dos empanadas,
estaban calientes pero igual ya me las comí como sin ganas.
En la misma cancha.
Lechera con lanfia
sale del índice
del pendejo.
Pasa el tiempo
y las manos se engrandan
para dañar los sueños.
Lanfia de 43-70
amarrona el índice.
Cambian los olores del barrio.
Muere Pablo,
el que hacía trampa.
Y en la misma cancha
que perdí mi lechera,
ahora con las manos culpadas
y blandas,
un viejo con otro viejo
se juegan su último
gran insignificante partido de tejo.
En casa somos tres.
La otra noche dieron
una con Nicolas Cage,
esa la del 11 de septiembre.
El Juli en el piso estaba piola
haciendo torres con los rasting.
En Space estaban repitiendo
Matrix recargado, el viernes
a las 22 hs. la pasan de vuelta.
Terminamos viendo Scooby Doo
contra unos zombis,
hasta que llegó Silvana.
http://www.concha.com/
La de tu madre y
los pornosonetos de Mairal
dicen varias veces
se llama una amiga de Madrid
que conocí por chat
cuando la usaba mi vieja
era una mala palabra.
Para la concha existen los concheros
los consoladores los dedos
la lengua y las pijas
la Shell esta cerrada.
La más conchuda sos vos.
Casitas concha pa arriba.
La concha de tu hermana...
El diccionario dice algo
que nada que ver.
La ida y la vuelta.
Gustavo llevaba atado al cinto
un cuchillo con vaina camuflada,
piedrita de afilar, brújula,
escarbadientes, destapador
en el lomo de la hoja y
despertador, era un celular con filo.
Cargaba una pomada por si las hormigas
le picaban los testículos como la otra vez
y el Off por los mosquitos.
Tiraba todas las lombrices muy gordas
porque decía que no servían para encarnar
porque te las comían del costado.
Se fijaba en Internet y no daban lluvia.
En el camino se veía una cigüeña al
costado de un puente.
Al costado del puente
el 3 CV rompía el cigüeñal.
y se largaba a llover a cántaros.
Nos vinimos sin llegar.
Madrugar.
El sarro del inodoro
no sale con nada, aunque
siempre meo fuerte
donde están las manchas.
El cartel amarillo
dice vaca negra.
(Hoy me desperté antes).
En el piso de la pieza
hay minas de rasting. ¡ay¡
Al Tuta del remis siempre
se le hierve el agua para el mate,
porque charla mucho.
Todavía está de noche por la ventana
y por la cortina de tul
que ya no está tan blanca.
Juli se daba vueltas
pero no se le daba por dormir.
El barrendero se come
unas facturas regaladas
sentado en el cordón.
Luces amarillas en la calle
para que los cascarudos
no se equivoquen de luna.
No voy andar pijoteando.
Si tuviera la re guita,
si la levantara con la pala,
(casa a todo trapo)
y se me cruza el sabalaje del barrio
los piso con la 4 x 4 0.
Si me cruzo con la Polaca
seguro van ha salir negritos
y con los ojos celestes.
En las elecciones que vienen
voy a poner de MI GUITA para comprar los votos,
el intendente y Javier
siempre me re ayudaron.
Y vos dejá que se me despierte el indio,
voy a tener minas así...
Emilia.
Tiene en los dedos
que tienen todavía olor a Emilia,
mira constantemente si tiene algún msj
y sale a fumar al patio para que no la vean.
Emilia es muy bonita, incluso
cuando hace caca es muy bonita,
según Gabriela.
(lo obsceno dentro de la escena)
A veces Emilia coge con Joaquín,
pero no tenemos que decirle nada
a Gaby porque se va a poner re mal.
Los labios fritos de Emilia
y la bombacha entre los labios
como un pan en el juguito.
Google.
Magoya: ¡la comida para llevar no llega nunca
según el libro del Feng Shui esta maceta no va ahí
la cuarta temporada de Lost está en DVD
el Viagra es como las bisagras
la electricidad y la sangre no se mezclan nunca
en el Cartoon Network la
presidenta de los argentinos dijo:
rojo unifica bárbaro en hombre
red unifica civilizado en máquina
nylon bajo la sábana por si falla el pañal o el puñal
lavavajillas Alá
rajá de la India, tomatelas Budá
descomunales conejos delirantes
comunal consejo deliberante
dos sillas vacilantes se quejan
de culos pesados y viejos
la roca mutilada de esculapio
y el paralítico doctor Cerebro
los juguetes rotos y un gato blanco
que no cruzó toda la calle
una avalancha de chanchas en la lancha
una perra pare y a la intemperie
viejos que toman mate con la boca llena
de masitas Traviattas¡
En mi barrio hay un pibe, de unos 5 años, que dice ser Dios y
me ordena ser su juguete.
Juan de Lapala o el Hombre Araña
eljuandelapala@hotmail.com o 02293-15-323271 para tomatazos o aplausos.
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martes, 8 de junio de 2010
POESÍA TRASH (2008)
Este poeta intenta la poesía trash: Percepciones cotidianas, humor grotesco, lirismo ironizado,
lo absurdo, lenguaje despreocupado y lo trivial de las hablas.
Este poeta intenta todo, incluso la verdad de la milanesa.
Juan de Lapala.
lo absurdo, lenguaje despreocupado y lo trivial de las hablas.
Este poeta intenta todo, incluso la verdad de la milanesa.
Juan de Lapala.
EL TORTURADOR (2005)
EL TORTURADOR
Advertencia
Soy poeta, no porque me guste, sino porque podría morir si demasiada realidad me avanza. De ves en cuando he tenido que resucitarme con algún conjuro de versos. Tuve elección, pero fui débil y me convertí en un poeta. En el mundo real no supe que hacer o a donde ir. Y entonces las palabras y sus letras me abrieron su reino. Y surgió esta poesía que es un síntoma de ese gran desconcierto, y este poeta que es una metáfora de un hombre que no es lo que aparenta o que ya no sabe lo que es. ¿Acaso un hacedor?, ¡si es este arte a mi lo que la vida es a Dios¡. Sepan que mi poesía no es ni más ni menos que desesperación.
Hoy está lleno de tipos que quieren ser poetas y llevar en la frente esa marca. Me cuesta creer que los poetas sigan existiendo, de ser así, entonces, yo soy otra cosa. No soporto leer más de dos poemas de cualquier autor. Después de los manifiestos surrealistas se estanca este arte.
No a mi pesar, la poesía ha tocado fondo, ha sido agotada, sus recursos y temas, sus audaces experimentos y hasta sus torturas al lenguaje. Qué más pretender luego de Bukowski o de la “no poesía” de los 90´, aquellos hombres son los últimos poetas. El resto son unos pobres imitadores, son unos viejos que escriben vieja poesía para envejecidos lectores. Dijo Van Gogh: “En el arte el que no es revolucionario es un plagiario”.
Claro que este también es un libro de imitaciones terribles, un libro resignado al pastiche. Tengo necesidad de continuar con la experiencia retórica, agotarme de sus juegos, más no sea en favor de justificar mi mediocridad. Supongo escribiré muchos poemas más como estos, no puedo evitarlo, no tengo la voluntad para evitar la poesía en mi vida. Pero he de lograr, algún día, la revolución más grande que ha tocado jamás al género este, algo nuevo que llevará el nombre de PROTOPOÉTICA.
Juan de Lapala.
El cuchillo y su filo
lo acaricio y a su temple
lo contemplábamos con la yema del pulgar y
lo has observado a su labio entre
los labios rojos de la yema del pulgar.
lo habíais visto ser por mi carne y con su fi-
lo fi-
losofar sobre mis carnes.
lo envidiarán cuando separa así como
lo habré envidiado al ave porque vuela.
lo acarició desde mi garganta como si
lo sintieran.
Oda al tiempo
Tiempo que no eres Troya.
Tiempo marchito,
despintado.
T i e m p o partido
por relojes y almanaques.
Tiempo y tus fechas,
fechas de batallas,
fechas de cumpleaños,
fechas de latas vencidas.
Tiempos de antaño.
Tiempos de cambios.
Tiempos de vacas gordas.
Tiempos de cocción.
En tiempos de Homero
y
en tiempos de Cristo.
Tiempo que insistes
con tu eternidad
y tus instantes.
Converso con Dios
Converso con vos, insomne,
perfecto, muy eterno siempre,
juez recto y abstracta reliquia.
Inverso, innatural, virgen.
Diverso, creador de cifras.
Expuesto en mi horrible cuerpo,
manifiesto en mi espíritu.
Plegaria, piedad y burla,
cicaria tu mano y Biblia.
Eres esto: fruto en tu árbol.
Grandísimo
Vos, que le negaste el llanto
a las sirenas.
Vos, que te adueñás del cuerpo
y los sentidos de quienes te poseen, creen.
Vos, el incansable que borra la huella
de cada desrodado carro.
Vos, que te agigantás entre Titanes.
Vos, el que guarda en su buche de silencios
a todos los peces meditabundos.
Vos, el que ha perdido olas del lomo
en peleas con piratas.
Vos, grandísimo
como un barco sin mar.
Imperiantes e imperiados
Allá el reino impenetrable
impávido e imputrescible
mueve casi imperceptible
más poderoso e implacable
con su espíritu impecable
acá los más importados
los implumes impregnados
ignorantes impedidos
por aquel dios imprimidos
himnorantes empeñados.
A las chupantes del pueblo
Ninfómanas peregrinas,
rodillapelantes que se arrastran
a rezarle a mi bragueta.
Son las no virgencitas chupantes,
las que ruegan
este hostial perdón bucal.
Son las glandes adoradoras,
las iconoclastas de fláccidos tótems.
Un sol
Este que ven fue el mismo, el tan repetido
que vemos cada día, por los postigones
de la noche, meterse agónico y herido;
con su luz amputada y sin más rincones
en donde echarse un rato para alumbrar.
Pero vendrá la aurora en el mismo sol,
que es el de los bronceados y es el del mar,
y al que los estaqueó el cruel español,
y es el que representa al gran rey Atón
y es ese que después hizo Jehová, el dios.
“¡Que haya luz¡”, -se escuchó la primera voz-.
El mismo que condujo el torpe Faetón
y casi prende fuego el amplio universo.
El mismo que inspiró al verso y a la flor.
Amada mía
¿Te habrán memorizado mis pinceles,
para cuando no estés más?
¡Oh no¡,
mancos corceles
que ya no podrán andar
sobre lienzos de hierba y óleo.
Y llorarán esperma los espejos
impedidos de repetirte.
Y morirán los duraznos
vacíos sin tu carne.
Y vendrán los insaciables a probarte.
Y yo pintaré batallas, gritos y balas,
pintaré a Dalí atrincherado
y acorralado;
pintaré así también la muerte
para perseguirla hasta vos,
amada Gala.
Él
él, sobre un arroyo de heces tibias,
en su canoa de escarcha gélida, navega.
él, que está más allá
de las nubes triformes.
él está lejos de esa lengua
chorreada de mil dos lenguas,
cerca
de unas redundancias
de dunas que rodean
cunas rodeadas
de lunas que se anulan
amamantadas de luz.
él, que recuerda el jarabe
de ósculos cansados,
como arados
que arrean
tierra
roja y
reseca.
Abel
Se envictoria la muerte
en tu última base.
¡out¡
¡no tiene pulso¡
Y los Caín
siguen jugando baist-boll
con nuestras cabezas.
De tiempos de Ñaupa
(museo)
Un juego de té Johnson Bros
modelo Rose Chintz.
Una foto de hombres quietos.
Una desviada enorme locomotora
desvagonada desoledad.
Un de perro mesolítico los huesos.
Un de prócer el sable
y el sílex de un pro-ser.
Montaña
Bandada de adustas piedras
que encajan en lítico sexo
y se anclan a la eternidad
haciendo alharaca
de paciencia y postración.
Lago
Lugar donde se pudre,
agusanado por tibios rayos,
el hielo de la montaña.
En-ojo
Viene un indio aleteando como Gabriel
y en su, atravesados,
lanza trae un diablo de mar y un dios.
Les mira el ojo y la piel,
como mira quien ya ha probado.
Antes de irse a su mierda,
el dios se levanta,
patea en, al español, las costillas
y se hace dos o tres señales santas.
Revolotea como la pluma del infiel,
revolotea, allá en el cielo,
el chimango.
Le mira el ojo y la piel.
Polvo
Esta sentado leyendo,
es un poema.
No sospecha lo que ocurrirá.
Tal vez si supiera no creería.
Es la profecía de su muerte.
Y muere, luego de haber leído
por segunda y última vez
la palabra
polvo.
Oda al limón
Limón, luminoso,
corazón de Van Gogh.
Habitador él
de su pulpa.
Limón,
huevo de oro
de agrias y
serias gallinas.
Limón,
tus rodajas
huelen a estrellas.
Limón,
cítrico zorrino
chinche amarilla
sudor de maratónico sol.
Un poeta
Soy más que
carne las afueras de mis huesos habitando.
Más que
de Dios una redundancia.
Más que
de células escombros.
Más que
mucha amontonada paciencia.
Que
un soñador de miniaturas,
un defecador diario,
un tristicida encadenado
y ojos a luz viva la cicatrizante noche esperando
y energía siendo rumiada
y en las leguas del tiempo un breve carro
y de estómagos xiloideos bocado hecho a medida
y un viento furioso sobre si desparramado.
GOTT IST TOT
Hombres:
¡Me buscasteis por cielo y tierra¡
¡¿Acaso no sabíais que ya he muerto¡?
Allá y aquí yace el nunca visto.
La mortal
Incorporea inextirpable
invicta increada inclemente
infartante inevitable
inesperada innegable
no inolora indiferente
injusta intrusa impuntual
intangible inmemorial
insatisfechainsaciable
más incesanteincansable
íntima inerte imortal.
Oda a la oda
Oda
que halagas insignificancias,
que amas a odiosos,
que endiosas a amantes.
Oda
exagerada.
Oda
que mientes,
igual oda hermosa,
amplia y feliz.
Oda de todas las cosas.
Oda a semejanza de Dios.
Oda a dos manos.
Vincent
Me ciegan tus soles
y tus lúcicos amarillos.
Me pausan el alma
las comas “de este nadie”.
Toco bajo el vendaje
de tus óleos
esos ausentes recovecos
que hiciste símbolo de tu dolor.
Demasiado pesó tu cruz, hombre,
y sé que tres veces caíste
antes de amputarte entero.
Aún te observamos cabizbajos,
yo y tus girasoles tristes.
Roto fue cascarón
En un principio
fue un huevo
grande como un avión.
Luego el viento
desparramó
los pájaros.
Los Masais
Los dientes blancos,
como endijas en la oscuridad,
de esos guerreros,
pedazos de noche
que sobreviven durante el sol.
Obstinados, negros
y salvajes.
Y salvajes rugidos
que acechan
ostentando majestad melena
y cetros colmillos
como lanzas.
Lanzas refusilantes
y tambores y lluvia,
por fin atraviesan
ese cielo de ébano.
Yo muerto
Ver
el
ser.
Del
roer
piel.
Mas
ya
la
paz.
Ves
ahí
mí
res.
¿Creer?
¿Cuál
dios
sos?
¿Real
o
no?
Jugada
En la nieve se metió mi mano,
mano de jinete,
jinete angulante y oscuro.
Oscuro
y en silencio,
silencio in-movil,
móvil son
mis piezas,
piezas de una guerra,
guerra contra otro,
otro
que ha muerto.
¡Ha muerto el rey en la nieve¡
Al crucificado
Sumo piloto del cielo
que te estrellaste en la tierra.
Sobrevuelas el infierno
en tu planeador de madera.
Profecía (Nostradamus, CLXII)
Llamará el horrísono grito de una trompeta
A voluntarios domadores del fuego.
Vestirán ellos ignífuga armadura hecha,
Hacha y de los Aguas su látigo.
Montarán ligeros rojos corceles
relinchadores, de escalonadas crines.
Se internarán intemerosos y fuertes
En las fueguinas furiosas fauces.
Capaces ellos de apagar el sol,
Regresará siempre victorioso
Ese ejército de invencibles desdragonadores.
Épica del fuego
Tu mano flamígera
es un ejército de soles
embravecidos,
que encuentra y derrite.
Inquieto y
resbaladizo pez dorado,
yo te prevengo...
A vos,
que enseñaste bailar
a los hombres negros.
A vos,
al que las fieras y fieles
bravas brasas besan los pies,
empapadas en tu sangre.
A vos,
libertador de temperaturas
que doran costillas.
A vos,
invocador de aromas y sabores,
yo te prevengo...
Fuego (desarticulado y reseco),
al que ojos y manos
rodean temblorosos.
Fuego,
cuyas apasionadas llamas
escriben versos de cenizas.
Fuego,
mírate;
vos tan incontenible y musculoso,
mendigando una leña.
Fuego,
yo te prevengo
andan los Aguas
tras de ti,
con sus líquidas espadas.
Gentes del norte
Hacen pie las altas rocas
sobre las nubes al ras.
Van por el cielo de atrás,
dioses con sus llenas bocas
de amargos rumiares de cocas;
en tanto es el viejo camino
quien lleva el paso cansino
de incas y soles antiguos,
dueños de cielos exiguos,
oros y piel del suelo andino.
Por la huraña agricultura
van a pie esos dioses pobres.
Los maizales colores cobres
no llegan ni a la cintura.
Ya se los ve en la lejura,
por tierra de los viajeros,
cargar con sus sacos maiceros.
La vida los fue morteando,
así el cielo fue bajando
por obsesivos morteros.
Gaucho malo.(de D. F. S)
Lo dicen moreno
feo
y bajo,
orgulloso y bárbaro,
en daga y chiripá.
Y que murió en Barranca Yaco,
pero que no lo mataron,
que lo suicidó otro que era él;
que lo dicen alto
bello
y pálido,
orgulloso y bárbaro,
en sierra y llano.
Y que no era tan malo,
que nada más degolló a un muchacho,
allá en Barranca Yaco.
Una lanza
A cien pasos el malón,
unos treinta
que parecían quinientos
haciendo el barullo de mil.
Al frente la lanza
y detrás su indio
como una cosa,
como un semidesnudo objeto
que la sostiene espigada
o la libera certera,
doliente y Mapuche,
inútil desrocadora hacia
los omóplatos de la pampa.
El jineteante.
Fue espuélica espina
encarnada por todo el lomo
y las verijas.
Fue dios con rebenque
encarando y rompiendo la tierra
contra sus patas corcoviantes.
Fue leyenda viviente
más allá del alambre.
Fue don Celcio Bogado
quimera de hombre, faja,
potro y cuero.
Dicen llevaba siempre
dos ojos al pecho
y dos más hacia el cielo.
Vagamundo
Su sombra lo mendiga
y luego lo huye
bajo esos árboles
prendidos de un úbreo sol.
En su cuerpo
las mordidas del camino
y un olor
a pelo y sangre y sarna.
Despierta descansado
y lo sigue pegado a sus costillas
el suelo
y lleno de distancias su estómago.
Le alerta las orejas
otro ladrido
que viste de perro a la noche
y sigue su camino el negro perro
por la noche vagabunda.
Carroñuitres
Plumearon celismos
con el bucheaje hueco
y cayeron plumiando aires.
Le defacharon el coco
y abriestomaron los tripágenes.
El rojerío se agrisecaba
en hirvichiyyos sobre el piedrasffalto,
la parlaluega se hablagusaba
de cuevas escaputris y
ólores sofóyemes,
entre escroarrugas.
Tan todo infranáuseo.
Lo despanzurraron esos carroñuitres
de aspecto fomitible
y mirada ocosada en sangre opópera.
Ombú
Soy cascada
de troncos
y pájaros verdes
que me revolotean
perennemente.
Soy vómito pampa
de sombras lozanas.
Advertencia
Soy poeta, no porque me guste, sino porque podría morir si demasiada realidad me avanza. De ves en cuando he tenido que resucitarme con algún conjuro de versos. Tuve elección, pero fui débil y me convertí en un poeta. En el mundo real no supe que hacer o a donde ir. Y entonces las palabras y sus letras me abrieron su reino. Y surgió esta poesía que es un síntoma de ese gran desconcierto, y este poeta que es una metáfora de un hombre que no es lo que aparenta o que ya no sabe lo que es. ¿Acaso un hacedor?, ¡si es este arte a mi lo que la vida es a Dios¡. Sepan que mi poesía no es ni más ni menos que desesperación.
Hoy está lleno de tipos que quieren ser poetas y llevar en la frente esa marca. Me cuesta creer que los poetas sigan existiendo, de ser así, entonces, yo soy otra cosa. No soporto leer más de dos poemas de cualquier autor. Después de los manifiestos surrealistas se estanca este arte.
No a mi pesar, la poesía ha tocado fondo, ha sido agotada, sus recursos y temas, sus audaces experimentos y hasta sus torturas al lenguaje. Qué más pretender luego de Bukowski o de la “no poesía” de los 90´, aquellos hombres son los últimos poetas. El resto son unos pobres imitadores, son unos viejos que escriben vieja poesía para envejecidos lectores. Dijo Van Gogh: “En el arte el que no es revolucionario es un plagiario”.
Claro que este también es un libro de imitaciones terribles, un libro resignado al pastiche. Tengo necesidad de continuar con la experiencia retórica, agotarme de sus juegos, más no sea en favor de justificar mi mediocridad. Supongo escribiré muchos poemas más como estos, no puedo evitarlo, no tengo la voluntad para evitar la poesía en mi vida. Pero he de lograr, algún día, la revolución más grande que ha tocado jamás al género este, algo nuevo que llevará el nombre de PROTOPOÉTICA.
Juan de Lapala.
El cuchillo y su filo
lo acaricio y a su temple
lo contemplábamos con la yema del pulgar y
lo has observado a su labio entre
los labios rojos de la yema del pulgar.
lo habíais visto ser por mi carne y con su fi-
lo fi-
losofar sobre mis carnes.
lo envidiarán cuando separa así como
lo habré envidiado al ave porque vuela.
lo acarició desde mi garganta como si
lo sintieran.
Oda al tiempo
Tiempo que no eres Troya.
Tiempo marchito,
despintado.
T i e m p o partido
por relojes y almanaques.
Tiempo y tus fechas,
fechas de batallas,
fechas de cumpleaños,
fechas de latas vencidas.
Tiempos de antaño.
Tiempos de cambios.
Tiempos de vacas gordas.
Tiempos de cocción.
En tiempos de Homero
y
en tiempos de Cristo.
Tiempo que insistes
con tu eternidad
y tus instantes.
Converso con Dios
Converso con vos, insomne,
perfecto, muy eterno siempre,
juez recto y abstracta reliquia.
Inverso, innatural, virgen.
Diverso, creador de cifras.
Expuesto en mi horrible cuerpo,
manifiesto en mi espíritu.
Plegaria, piedad y burla,
cicaria tu mano y Biblia.
Eres esto: fruto en tu árbol.
Grandísimo
Vos, que le negaste el llanto
a las sirenas.
Vos, que te adueñás del cuerpo
y los sentidos de quienes te poseen, creen.
Vos, el incansable que borra la huella
de cada desrodado carro.
Vos, que te agigantás entre Titanes.
Vos, el que guarda en su buche de silencios
a todos los peces meditabundos.
Vos, el que ha perdido olas del lomo
en peleas con piratas.
Vos, grandísimo
como un barco sin mar.
Imperiantes e imperiados
Allá el reino impenetrable
impávido e imputrescible
mueve casi imperceptible
más poderoso e implacable
con su espíritu impecable
acá los más importados
los implumes impregnados
ignorantes impedidos
por aquel dios imprimidos
himnorantes empeñados.
A las chupantes del pueblo
Ninfómanas peregrinas,
rodillapelantes que se arrastran
a rezarle a mi bragueta.
Son las no virgencitas chupantes,
las que ruegan
este hostial perdón bucal.
Son las glandes adoradoras,
las iconoclastas de fláccidos tótems.
Un sol
Este que ven fue el mismo, el tan repetido
que vemos cada día, por los postigones
de la noche, meterse agónico y herido;
con su luz amputada y sin más rincones
en donde echarse un rato para alumbrar.
Pero vendrá la aurora en el mismo sol,
que es el de los bronceados y es el del mar,
y al que los estaqueó el cruel español,
y es el que representa al gran rey Atón
y es ese que después hizo Jehová, el dios.
“¡Que haya luz¡”, -se escuchó la primera voz-.
El mismo que condujo el torpe Faetón
y casi prende fuego el amplio universo.
El mismo que inspiró al verso y a la flor.
Amada mía
¿Te habrán memorizado mis pinceles,
para cuando no estés más?
¡Oh no¡,
mancos corceles
que ya no podrán andar
sobre lienzos de hierba y óleo.
Y llorarán esperma los espejos
impedidos de repetirte.
Y morirán los duraznos
vacíos sin tu carne.
Y vendrán los insaciables a probarte.
Y yo pintaré batallas, gritos y balas,
pintaré a Dalí atrincherado
y acorralado;
pintaré así también la muerte
para perseguirla hasta vos,
amada Gala.
Él
él, sobre un arroyo de heces tibias,
en su canoa de escarcha gélida, navega.
él, que está más allá
de las nubes triformes.
él está lejos de esa lengua
chorreada de mil dos lenguas,
cerca
de unas redundancias
de dunas que rodean
cunas rodeadas
de lunas que se anulan
amamantadas de luz.
él, que recuerda el jarabe
de ósculos cansados,
como arados
que arrean
tierra
roja y
reseca.
Abel
Se envictoria la muerte
en tu última base.
¡out¡
¡no tiene pulso¡
Y los Caín
siguen jugando baist-boll
con nuestras cabezas.
De tiempos de Ñaupa
(museo)
Un juego de té Johnson Bros
modelo Rose Chintz.
Una foto de hombres quietos.
Una desviada enorme locomotora
desvagonada desoledad.
Un de perro mesolítico los huesos.
Un de prócer el sable
y el sílex de un pro-ser.
Montaña
Bandada de adustas piedras
que encajan en lítico sexo
y se anclan a la eternidad
haciendo alharaca
de paciencia y postración.
Lago
Lugar donde se pudre,
agusanado por tibios rayos,
el hielo de la montaña.
En-ojo
Viene un indio aleteando como Gabriel
y en su, atravesados,
lanza trae un diablo de mar y un dios.
Les mira el ojo y la piel,
como mira quien ya ha probado.
Antes de irse a su mierda,
el dios se levanta,
patea en, al español, las costillas
y se hace dos o tres señales santas.
Revolotea como la pluma del infiel,
revolotea, allá en el cielo,
el chimango.
Le mira el ojo y la piel.
Polvo
Esta sentado leyendo,
es un poema.
No sospecha lo que ocurrirá.
Tal vez si supiera no creería.
Es la profecía de su muerte.
Y muere, luego de haber leído
por segunda y última vez
la palabra
polvo.
Oda al limón
Limón, luminoso,
corazón de Van Gogh.
Habitador él
de su pulpa.
Limón,
huevo de oro
de agrias y
serias gallinas.
Limón,
tus rodajas
huelen a estrellas.
Limón,
cítrico zorrino
chinche amarilla
sudor de maratónico sol.
Un poeta
Soy más que
carne las afueras de mis huesos habitando.
Más que
de Dios una redundancia.
Más que
de células escombros.
Más que
mucha amontonada paciencia.
Que
un soñador de miniaturas,
un defecador diario,
un tristicida encadenado
y ojos a luz viva la cicatrizante noche esperando
y energía siendo rumiada
y en las leguas del tiempo un breve carro
y de estómagos xiloideos bocado hecho a medida
y un viento furioso sobre si desparramado.
GOTT IST TOT
Hombres:
¡Me buscasteis por cielo y tierra¡
¡¿Acaso no sabíais que ya he muerto¡?
Allá y aquí yace el nunca visto.
La mortal
Incorporea inextirpable
invicta increada inclemente
infartante inevitable
inesperada innegable
no inolora indiferente
injusta intrusa impuntual
intangible inmemorial
insatisfechainsaciable
más incesanteincansable
íntima inerte imortal.
Oda a la oda
Oda
que halagas insignificancias,
que amas a odiosos,
que endiosas a amantes.
Oda
exagerada.
Oda
que mientes,
igual oda hermosa,
amplia y feliz.
Oda de todas las cosas.
Oda a semejanza de Dios.
Oda a dos manos.
Vincent
Me ciegan tus soles
y tus lúcicos amarillos.
Me pausan el alma
las comas “de este nadie”.
Toco bajo el vendaje
de tus óleos
esos ausentes recovecos
que hiciste símbolo de tu dolor.
Demasiado pesó tu cruz, hombre,
y sé que tres veces caíste
antes de amputarte entero.
Aún te observamos cabizbajos,
yo y tus girasoles tristes.
Roto fue cascarón
En un principio
fue un huevo
grande como un avión.
Luego el viento
desparramó
los pájaros.
Los Masais
Los dientes blancos,
como endijas en la oscuridad,
de esos guerreros,
pedazos de noche
que sobreviven durante el sol.
Obstinados, negros
y salvajes.
Y salvajes rugidos
que acechan
ostentando majestad melena
y cetros colmillos
como lanzas.
Lanzas refusilantes
y tambores y lluvia,
por fin atraviesan
ese cielo de ébano.
Yo muerto
Ver
el
ser.
Del
roer
piel.
Mas
ya
la
paz.
Ves
ahí
mí
res.
¿Creer?
¿Cuál
dios
sos?
¿Real
o
no?
Jugada
En la nieve se metió mi mano,
mano de jinete,
jinete angulante y oscuro.
Oscuro
y en silencio,
silencio in-movil,
móvil son
mis piezas,
piezas de una guerra,
guerra contra otro,
otro
que ha muerto.
¡Ha muerto el rey en la nieve¡
Al crucificado
Sumo piloto del cielo
que te estrellaste en la tierra.
Sobrevuelas el infierno
en tu planeador de madera.
Profecía (Nostradamus, CLXII)
Llamará el horrísono grito de una trompeta
A voluntarios domadores del fuego.
Vestirán ellos ignífuga armadura hecha,
Hacha y de los Aguas su látigo.
Montarán ligeros rojos corceles
relinchadores, de escalonadas crines.
Se internarán intemerosos y fuertes
En las fueguinas furiosas fauces.
Capaces ellos de apagar el sol,
Regresará siempre victorioso
Ese ejército de invencibles desdragonadores.
Épica del fuego
Tu mano flamígera
es un ejército de soles
embravecidos,
que encuentra y derrite.
Inquieto y
resbaladizo pez dorado,
yo te prevengo...
A vos,
que enseñaste bailar
a los hombres negros.
A vos,
al que las fieras y fieles
bravas brasas besan los pies,
empapadas en tu sangre.
A vos,
libertador de temperaturas
que doran costillas.
A vos,
invocador de aromas y sabores,
yo te prevengo...
Fuego (desarticulado y reseco),
al que ojos y manos
rodean temblorosos.
Fuego,
cuyas apasionadas llamas
escriben versos de cenizas.
Fuego,
mírate;
vos tan incontenible y musculoso,
mendigando una leña.
Fuego,
yo te prevengo
andan los Aguas
tras de ti,
con sus líquidas espadas.
Gentes del norte
Hacen pie las altas rocas
sobre las nubes al ras.
Van por el cielo de atrás,
dioses con sus llenas bocas
de amargos rumiares de cocas;
en tanto es el viejo camino
quien lleva el paso cansino
de incas y soles antiguos,
dueños de cielos exiguos,
oros y piel del suelo andino.
Por la huraña agricultura
van a pie esos dioses pobres.
Los maizales colores cobres
no llegan ni a la cintura.
Ya se los ve en la lejura,
por tierra de los viajeros,
cargar con sus sacos maiceros.
La vida los fue morteando,
así el cielo fue bajando
por obsesivos morteros.
Gaucho malo.(de D. F. S)
Lo dicen moreno
feo
y bajo,
orgulloso y bárbaro,
en daga y chiripá.
Y que murió en Barranca Yaco,
pero que no lo mataron,
que lo suicidó otro que era él;
que lo dicen alto
bello
y pálido,
orgulloso y bárbaro,
en sierra y llano.
Y que no era tan malo,
que nada más degolló a un muchacho,
allá en Barranca Yaco.
Una lanza
A cien pasos el malón,
unos treinta
que parecían quinientos
haciendo el barullo de mil.
Al frente la lanza
y detrás su indio
como una cosa,
como un semidesnudo objeto
que la sostiene espigada
o la libera certera,
doliente y Mapuche,
inútil desrocadora hacia
los omóplatos de la pampa.
El jineteante.
Fue espuélica espina
encarnada por todo el lomo
y las verijas.
Fue dios con rebenque
encarando y rompiendo la tierra
contra sus patas corcoviantes.
Fue leyenda viviente
más allá del alambre.
Fue don Celcio Bogado
quimera de hombre, faja,
potro y cuero.
Dicen llevaba siempre
dos ojos al pecho
y dos más hacia el cielo.
Vagamundo
Su sombra lo mendiga
y luego lo huye
bajo esos árboles
prendidos de un úbreo sol.
En su cuerpo
las mordidas del camino
y un olor
a pelo y sangre y sarna.
Despierta descansado
y lo sigue pegado a sus costillas
el suelo
y lleno de distancias su estómago.
Le alerta las orejas
otro ladrido
que viste de perro a la noche
y sigue su camino el negro perro
por la noche vagabunda.
Carroñuitres
Plumearon celismos
con el bucheaje hueco
y cayeron plumiando aires.
Le defacharon el coco
y abriestomaron los tripágenes.
El rojerío se agrisecaba
en hirvichiyyos sobre el piedrasffalto,
la parlaluega se hablagusaba
de cuevas escaputris y
ólores sofóyemes,
entre escroarrugas.
Tan todo infranáuseo.
Lo despanzurraron esos carroñuitres
de aspecto fomitible
y mirada ocosada en sangre opópera.
Ombú
Soy cascada
de troncos
y pájaros verdes
que me revolotean
perennemente.
Soy vómito pampa
de sombras lozanas.
HAIKUS (2003)
Haikus
I
Enjambre rúbeo.
La daga que agoniza
bajo la nuez.
II
Sangre y zumbido.
Solamente hecho de eso.
Sangre y zumbido.
III
Las zapatillas,
la celeste sirena,
despavoridas.
IV
Mi pecho de pun-
ta, se hunde en ella. Sigue
viva la daga.
V
Del roble fuerte,
sobre la hoja verde
el duende duerme.
VI
El huerto quieto.
El pájaro distante.
Trapo y silencio.
VII
¡Oh, nimios versos
que acabáis de respirar
y ya os doy muerte¡
VIII
Viene siempre ella
a rasparnos esta luz
descascarada.
IX
El hacha acecha
a la madera echada.
Se agacha el hacha.
X
Lobos glotones
que siguen vomitando
lunas muy llenas.
XI
¿Te descoyuntan,
bravísimo Tupac,
esas bestias?
XII
La palabra hombre
descuartizada por seis
letras: caballo.
XIII
Ojos yakuza
flotan asesinados
en el jaccuzzi.
XIV
Cultura light.
Tiene voluntad de hambre
el moderno hombre.
XV
Héroe geométrico
amputado rectángulo
vivado triángulo.
XVI
Con su estallido de plumas
se involucra el cuervo
en la noche.
XVII
¡Cuánto te extrañé mientras dormía¡
soñé que al saludar te ibas,
¡oh, mi hermosa mano mía¡
XVIII
Quedó la rata
con los ojos mirando
al queso muerto.
XIX
O C U L T A S geometrías tienen las letras.
C
U
L
T
A
S
XX
Ya en el ganchó
el medio cadavér
no mas mujé.
XXI
Unviento y unsol
cuelgan de la pared.
Un ventiluz.
XXII
Alzó pedazos
de su mano derecha
y los miró.
XXIII
Antiadivinanza
Soy la puerta.
XXIV
Pájaros de Hiroshima.
Huían los pájaros
entre un chamuscado viento
y un inútil aleteo de cenizas.
XXV
Morirme todo,
desconfiando de tanto.
Apenas solo.
XXVI
Fuego y laureles,
son cosas del Olimpo
y del estofado.
XXVII
Gemía el acero,
en muy terrible lucha
con tu carne calma.
XXVIII
Destrepa el cielo
la enorme luciérnaga,
al caer la tarde.
XXIX
Serias cadenas
murmuran eslabones.
Temen libertad.
XXX
Aburrimiento.
En los mares del tiempo
con su canoa.
XXXI
Por los surcos húmedos
tira el toro
del testicular arado.
XXXII
Tirano Rosas,
que has impuesto ese hábito
de degollar.
XXXIII
Se va inremada,
blanda, más hueca y llena,
la canoa al fondo.
XXXIV
Secas entrañas,
tortuga que murió
sobre el espejo.
XXXV
Pampa y cielo.
Se tensarán inútiles
los alambrados.
XXXVI
Oda al tornillo de 3/8
¡Oh¡ cilindro de metal
que exacto entras en la tuerca
con tu resalto helicoidal.
XXXVII
Excitados
Se desintegra el sexo de los á t o m o s,
dispersos
en un cabaret de instantes.
I
Enjambre rúbeo.
La daga que agoniza
bajo la nuez.
II
Sangre y zumbido.
Solamente hecho de eso.
Sangre y zumbido.
III
Las zapatillas,
la celeste sirena,
despavoridas.
IV
Mi pecho de pun-
ta, se hunde en ella. Sigue
viva la daga.
V
Del roble fuerte,
sobre la hoja verde
el duende duerme.
VI
El huerto quieto.
El pájaro distante.
Trapo y silencio.
VII
¡Oh, nimios versos
que acabáis de respirar
y ya os doy muerte¡
VIII
Viene siempre ella
a rasparnos esta luz
descascarada.
IX
El hacha acecha
a la madera echada.
Se agacha el hacha.
X
Lobos glotones
que siguen vomitando
lunas muy llenas.
XI
¿Te descoyuntan,
bravísimo Tupac,
esas bestias?
XII
La palabra hombre
descuartizada por seis
letras: caballo.
XIII
Ojos yakuza
flotan asesinados
en el jaccuzzi.
XIV
Cultura light.
Tiene voluntad de hambre
el moderno hombre.
XV
Héroe geométrico
amputado rectángulo
vivado triángulo.
XVI
Con su estallido de plumas
se involucra el cuervo
en la noche.
XVII
¡Cuánto te extrañé mientras dormía¡
soñé que al saludar te ibas,
¡oh, mi hermosa mano mía¡
XVIII
Quedó la rata
con los ojos mirando
al queso muerto.
XIX
O C U L T A S geometrías tienen las letras.
C
U
L
T
A
S
XX
Ya en el ganchó
el medio cadavér
no mas mujé.
XXI
Unviento y unsol
cuelgan de la pared.
Un ventiluz.
XXII
Alzó pedazos
de su mano derecha
y los miró.
XXIII
Antiadivinanza
Soy la puerta.
XXIV
Pájaros de Hiroshima.
Huían los pájaros
entre un chamuscado viento
y un inútil aleteo de cenizas.
XXV
Morirme todo,
desconfiando de tanto.
Apenas solo.
XXVI
Fuego y laureles,
son cosas del Olimpo
y del estofado.
XXVII
Gemía el acero,
en muy terrible lucha
con tu carne calma.
XXVIII
Destrepa el cielo
la enorme luciérnaga,
al caer la tarde.
XXIX
Serias cadenas
murmuran eslabones.
Temen libertad.
XXX
Aburrimiento.
En los mares del tiempo
con su canoa.
XXXI
Por los surcos húmedos
tira el toro
del testicular arado.
XXXII
Tirano Rosas,
que has impuesto ese hábito
de degollar.
XXXIII
Se va inremada,
blanda, más hueca y llena,
la canoa al fondo.
XXXIV
Secas entrañas,
tortuga que murió
sobre el espejo.
XXXV
Pampa y cielo.
Se tensarán inútiles
los alambrados.
XXXVI
Oda al tornillo de 3/8
¡Oh¡ cilindro de metal
que exacto entras en la tuerca
con tu resalto helicoidal.
XXXVII
Excitados
Se desintegra el sexo de los á t o m o s,
dispersos
en un cabaret de instantes.
...POEMAS DE UN POETA (2001)
Juan de Lapala.
Editorial Sartén.
Editorial Sartén. Avd. Dindart 863
Ayacucho. 7150
Primera edición: 2001
Prólogo
Acerca de un poeta que se dio a conocer en 2001.
Octubre de 2001.
¡He aquí, por fin, poemas de un poeta, poesías que son poesías¡
Leí enteramente este libro singular; volví a leerlo, y, á pesar de los descuidos, los neologismos, las repeticiones y la obscuridad que pude observar algunas veces, tuve tentaciones de decir al autor: ¡Valor, joven poeta¡, sois de aquellos a quienes Platón deseaba colmar de honores y desterrar de su república. Debéis esperar también que algún día seréis desterrados de nuestro país de anarquía y de ignorancia, y faltará a vuestro destierro el triunfo que Platón concedía por lo menos al poeta, las palmas, las músicas y la corona de flores.
Victor Hugo
Muerte
Eres el estrambote
más allá de la página.
Sé que tu métrica es infinita
y no hay rimas en tu silencio.
Epitafio
1952-1999
Amigo:
El tiempo y sus cómplices
te han acorralado.
El paraíso por vos
Por vos hice las caricias
y luego tu piel.
Por vos las flores
y luego tus manos.
Por vos el mar
y luego tus pies.
Por vos la música
y luego tus pies.
Por vos hice los besos
y más luego tu boca.
Por vos, sin tu amor,
sólo me queda ser dios.
Por vos inventé un cielo
y tu muerte.
Minotauro
La noche dulce
encerrada en un silencio de uva.
Se respira vino y parición.
El orujo que revienta,
Asterión a su costado se retuerce
y bufa al fin libre.
Se incorpora,
con delicia reconoce a su madre,
tierna y hermosa.
Comienza a devorarla.
Erotominia
El serce nervomitó entre las extreminfies
y gargamió en atragazones las fétidas pendencué.
Todo olía a erupciones de viruvegnas
hinchaciándose en verbatujes y sexo semóvelo.
Fallemirse par explorarse, hasta amaneceres
inafrolegíacos de soles derrimeros de climax.
Luego en diaboliciones de perpulear
la escraca de su redolón,
de nuevo nervomita en gotasémedes
y entre vridulores ambos dimiren
hasta morextiarse en un ostracismo
hacia labios fríos e hirviníligas sepulsiones.
Me llegó la hora
He pisado mierda de gallina
en la región de Alpujarra.
Y el grupo gallináceo
me señala con el pico.
Se va saturando mi último verbo
y yo sigo ahí, apampado.
Eureka
Perfecto.
Hijo lento y mareado,
cruza de clavo
y circular analogía
de la rampa.
Lanza trunca
te retuerce
y penetrás cuerpos que se dejan.
Es orgásmico verte.
¿Y cómo?
¿Cómo evolucionó en vos la tuerca?
Juntos tienen ese poder,
ajustarse igual que coincidencias.
Y mi mano hace palanca por Dios.
Dios aprieta, a la derecha.
A la izquierda el universo se afloja
y todo se descalabra.
Historia de una Edad
Un tropel de lanzas,
caballos que arremeten
sudando hierro, hombre.
Dientes que se aprietan,
manual que los destroza.
Bestias sobre bestias.
La reina en el temeroso castillo.
Espadas que dan besos franceses
a oxidadas armaduras.
Grandes glorias agrias.
Reyes. Bufones.
Fiestas. Y bailarinas.
Mucho espeso vino.
Mujeral (preñatura)
Te adabazas desde el bhientre
en dhabhas de azúcares.
Luego con purimieles, caendras
y libedulias de piel
trazas bordianas bhastedades.
Así, con umisnas de latidos
badajas mil bhaibhenes
por las glaciares deregnas.
Sobre purpurismos de gámmadas
paren tus caderas,
como enágoras dróseras
que esconden besambres
y raflesias lúbridas
con los párpados gláupluclios.
Pampa y cielo
Muy ajuera se oye el silbido,
y un grito arreadar estrellas
que andan solas por las güellas.
Y un planeta sin descuido
atraer sus lunas al nido.
Y una aurora con su enjoye...
Y los cielos sin su apoye,
con su infinito reverso.
Muy ajuera un relincho se oye,
es Dios y el brioso universo.
Encorvado hacia el surco
Desde una convulsión de brazos
que derraman dedos y semillas.
Con la mirada rompiente
sobre infinitos terrones.
Con los músculos de la paleta
alambrando tu loma ósea.
El cielo como un vientre
atado a vos
con sus rayos umbilicales,
mientras la nube se desparrama
con la idiotez del azar.
Como una rama,
que carga vientos eucalípticos,
tu espalda se curva
haciendo resbalar al sol.
Cuando el atardecer revienta
en los últimos surcos,
te enderezás
y en un trueno de huesos
la cintura se te parte.
Oda a la pared por parte de una ventana. qué
sería de mi sin la oscuridad de tu encierro ys
i no les ocultaras afuera todo el mundo. vosq
ue has presenciado la espalda de los fusilado
s. vos que has sido engarzada de sombras. mi
lenaria y altiva, haciendo frent
e a vientos y ag uaceros. vos q
ue sabés el deta lle del laberint
o y el presidio.q ue has sufrido
el odio de homb res que desdee
l cielo te destruy en. vos que ha
s sufrido el esca rmiento de dio
ses que desde la tierra te voltean. casi ubicua,
en tus orillas has guarecido al rey y al vagabu
ndo. vos sos mi razón, mi sostén. sin vos yo n
o sería esos ojos para los ojos. vos, derruida y
apilada te yergues. ¡oh, tullida majestad de loi
nfranq
ueable¡
Desamujeración
Ha enredado el barrilete de tu espalda.
Han cortado el hilo de tus nubes.
Hemos navegado a lo largo y a lo ancho
de tus ojos azules, nunca más.
Has luneado por última vez la noche.
He tus labios de ruda y
tu aliento de frutilla.
Pasaron nueve nuevas nieves
desde el día frío
de tu muerte.
El ciruelo
Bajo mi torcida
a tus amantes
sombra de troncos
has asombrado.
Sonrojados fueron
besos mis frutos,
pero mil veces
vos no lo supiste.
Vos no lo supiste
(omiso a mis rezos)
negra y silente
humínica esta tierra
mojado de carne
reclamó tu hueso
(llegó el día).
Desde hoy
es una lágrima perenne
ya un brazo que no sostiene
cada hoja mía,
dada rama mía
de besos miles míos
para tu boca ausente.
Entrevero
Cortada en diáfana herida
la noche y sus mil mámparas.
con cicatriz de lámparas
y su mora carne raída
por la aurora decidida.
Calentito anda el fulano,
facones de luz en mano
y atropelles de muy liero,
así sale el sol en cuero
cortando noche en el llano
Mujer morena
Eran sus manos pequeñas
como las de grandes niñas.
Eran sus labios
en entre con contra para labios.
Eran sus piernas abiertas
como geniales besos.
Eran sus caderas
color pantera.
Eran sus pechos
no racimos, no uvas,
no melones, no limones;
eran sólo sus pechos.
Santa Rosa
Un líquido nubarrón negrúsculo
de oscuridad y estampidos
anda cercano a mis oídos.
Relincha en el nubeo crepúsculo
un sol mezquinando el músculo.
Y los alambres que se tensan
para que los hombres venzan.
Y la lluvia en los mojados
y en los pastos galopados
por potro y agua, que se trenzan.
Editorial Sartén.
Editorial Sartén. Avd. Dindart 863
Ayacucho. 7150
Primera edición: 2001
Prólogo
Acerca de un poeta que se dio a conocer en 2001.
Octubre de 2001.
¡He aquí, por fin, poemas de un poeta, poesías que son poesías¡
Leí enteramente este libro singular; volví a leerlo, y, á pesar de los descuidos, los neologismos, las repeticiones y la obscuridad que pude observar algunas veces, tuve tentaciones de decir al autor: ¡Valor, joven poeta¡, sois de aquellos a quienes Platón deseaba colmar de honores y desterrar de su república. Debéis esperar también que algún día seréis desterrados de nuestro país de anarquía y de ignorancia, y faltará a vuestro destierro el triunfo que Platón concedía por lo menos al poeta, las palmas, las músicas y la corona de flores.
Victor Hugo
Muerte
Eres el estrambote
más allá de la página.
Sé que tu métrica es infinita
y no hay rimas en tu silencio.
Epitafio
1952-1999
Amigo:
El tiempo y sus cómplices
te han acorralado.
El paraíso por vos
Por vos hice las caricias
y luego tu piel.
Por vos las flores
y luego tus manos.
Por vos el mar
y luego tus pies.
Por vos la música
y luego tus pies.
Por vos hice los besos
y más luego tu boca.
Por vos, sin tu amor,
sólo me queda ser dios.
Por vos inventé un cielo
y tu muerte.
Minotauro
La noche dulce
encerrada en un silencio de uva.
Se respira vino y parición.
El orujo que revienta,
Asterión a su costado se retuerce
y bufa al fin libre.
Se incorpora,
con delicia reconoce a su madre,
tierna y hermosa.
Comienza a devorarla.
Erotominia
El serce nervomitó entre las extreminfies
y gargamió en atragazones las fétidas pendencué.
Todo olía a erupciones de viruvegnas
hinchaciándose en verbatujes y sexo semóvelo.
Fallemirse par explorarse, hasta amaneceres
inafrolegíacos de soles derrimeros de climax.
Luego en diaboliciones de perpulear
la escraca de su redolón,
de nuevo nervomita en gotasémedes
y entre vridulores ambos dimiren
hasta morextiarse en un ostracismo
hacia labios fríos e hirviníligas sepulsiones.
Me llegó la hora
He pisado mierda de gallina
en la región de Alpujarra.
Y el grupo gallináceo
me señala con el pico.
Se va saturando mi último verbo
y yo sigo ahí, apampado.
Eureka
Perfecto.
Hijo lento y mareado,
cruza de clavo
y circular analogía
de la rampa.
Lanza trunca
te retuerce
y penetrás cuerpos que se dejan.
Es orgásmico verte.
¿Y cómo?
¿Cómo evolucionó en vos la tuerca?
Juntos tienen ese poder,
ajustarse igual que coincidencias.
Y mi mano hace palanca por Dios.
Dios aprieta, a la derecha.
A la izquierda el universo se afloja
y todo se descalabra.
Historia de una Edad
Un tropel de lanzas,
caballos que arremeten
sudando hierro, hombre.
Dientes que se aprietan,
manual que los destroza.
Bestias sobre bestias.
La reina en el temeroso castillo.
Espadas que dan besos franceses
a oxidadas armaduras.
Grandes glorias agrias.
Reyes. Bufones.
Fiestas. Y bailarinas.
Mucho espeso vino.
Mujeral (preñatura)
Te adabazas desde el bhientre
en dhabhas de azúcares.
Luego con purimieles, caendras
y libedulias de piel
trazas bordianas bhastedades.
Así, con umisnas de latidos
badajas mil bhaibhenes
por las glaciares deregnas.
Sobre purpurismos de gámmadas
paren tus caderas,
como enágoras dróseras
que esconden besambres
y raflesias lúbridas
con los párpados gláupluclios.
Pampa y cielo
Muy ajuera se oye el silbido,
y un grito arreadar estrellas
que andan solas por las güellas.
Y un planeta sin descuido
atraer sus lunas al nido.
Y una aurora con su enjoye...
Y los cielos sin su apoye,
con su infinito reverso.
Muy ajuera un relincho se oye,
es Dios y el brioso universo.
Encorvado hacia el surco
Desde una convulsión de brazos
que derraman dedos y semillas.
Con la mirada rompiente
sobre infinitos terrones.
Con los músculos de la paleta
alambrando tu loma ósea.
El cielo como un vientre
atado a vos
con sus rayos umbilicales,
mientras la nube se desparrama
con la idiotez del azar.
Como una rama,
que carga vientos eucalípticos,
tu espalda se curva
haciendo resbalar al sol.
Cuando el atardecer revienta
en los últimos surcos,
te enderezás
y en un trueno de huesos
la cintura se te parte.
Oda a la pared por parte de una ventana. qué
sería de mi sin la oscuridad de tu encierro ys
i no les ocultaras afuera todo el mundo. vosq
ue has presenciado la espalda de los fusilado
s. vos que has sido engarzada de sombras. mi
lenaria y altiva, haciendo frent
e a vientos y ag uaceros. vos q
ue sabés el deta lle del laberint
o y el presidio.q ue has sufrido
el odio de homb res que desdee
l cielo te destruy en. vos que ha
s sufrido el esca rmiento de dio
ses que desde la tierra te voltean. casi ubicua,
en tus orillas has guarecido al rey y al vagabu
ndo. vos sos mi razón, mi sostén. sin vos yo n
o sería esos ojos para los ojos. vos, derruida y
apilada te yergues. ¡oh, tullida majestad de loi
nfranq
ueable¡
Desamujeración
Ha enredado el barrilete de tu espalda.
Han cortado el hilo de tus nubes.
Hemos navegado a lo largo y a lo ancho
de tus ojos azules, nunca más.
Has luneado por última vez la noche.
He tus labios de ruda y
tu aliento de frutilla.
Pasaron nueve nuevas nieves
desde el día frío
de tu muerte.
El ciruelo
Bajo mi torcida
a tus amantes
sombra de troncos
has asombrado.
Sonrojados fueron
besos mis frutos,
pero mil veces
vos no lo supiste.
Vos no lo supiste
(omiso a mis rezos)
negra y silente
humínica esta tierra
mojado de carne
reclamó tu hueso
(llegó el día).
Desde hoy
es una lágrima perenne
ya un brazo que no sostiene
cada hoja mía,
dada rama mía
de besos miles míos
para tu boca ausente.
Entrevero
Cortada en diáfana herida
la noche y sus mil mámparas.
con cicatriz de lámparas
y su mora carne raída
por la aurora decidida.
Calentito anda el fulano,
facones de luz en mano
y atropelles de muy liero,
así sale el sol en cuero
cortando noche en el llano
Mujer morena
Eran sus manos pequeñas
como las de grandes niñas.
Eran sus labios
en entre con contra para labios.
Eran sus piernas abiertas
como geniales besos.
Eran sus caderas
color pantera.
Eran sus pechos
no racimos, no uvas,
no melones, no limones;
eran sólo sus pechos.
Santa Rosa
Un líquido nubarrón negrúsculo
de oscuridad y estampidos
anda cercano a mis oídos.
Relincha en el nubeo crepúsculo
un sol mezquinando el músculo.
Y los alambres que se tensan
para que los hombres venzan.
Y la lluvia en los mojados
y en los pastos galopados
por potro y agua, que se trenzan.
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